Premio a un Proyecto de Bioingeniería

Un grupo de investigadores avanzó en la lucha contra el HLB, la enfermedad mortal de los cítricos.

El proyecto premiado con el premio “Eureka” de la Citrícola San Miguel serviría para la detección temprana de la enfermedad en las plantas.

Tras varios años de investigación en su proyecto, los científicos tucumanos ganaron el concurso Eureka, para continuar con los estudios y poder viajar a Brasil a perfeccionar y hacer pruebas a campo.

El concurso estaba destinado a prototipos que podrían ser aplicables a cualquier parte de la cadena de la agroindustria, pero más específicamente a los cítricos.

Martín Lucas Zamora, ex becario post doctoral, Matías Trujillo, becario post doctoral y Rossana Madrid, investigadora, todos de INSIBIO, llevaron adelante el desarrollo, con la colaboración de Paula Filippone, de la Fac. de Agronomía y Zootecnia de la UNT, Carlos Grellet Bournonville de ITANOA, EEAOC, Lorena Sendín de ITANOA y Anna Cattani-Scholz de la Universidad de Munich. El grupo trabajó en la creación de un sensor con el cual pretenden detectar la enfermedad antes de que la planta presente los síntomas característicos, lo que ayudaría en la prevención.

“Desarrollamos un producto, un sensor, que permitiría detectar de manera temprana la enfermedad HLB (Huanglongbing), una enfermedad que es un cáncer para los cítricos, para la cual no hay cura, mata a las plantas. Si se detecta de manera temprana, se puede manejar mejor. Si bien la enfermedad no tiene cura, se elimina la planta enferma, y si se hace antes que aparezcan los síntomas, se podría evitar que la enfermedad se propague rápidamente”, dice el doctor Zamora.

Llegar a este punto no fue fácil para el grupo que hace la investigación. Todo nació hace cuatro años, con la idea que surge con la tesis doctoral de Matías Trujillo. Con esta investigación se desarrolló la aplicación directa del sensor, que fue probado en laboratorio, pero ahora resta completar la validación con las plantas efectivamente enfermas, para asegurar su funcionamiento a campo.


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Como en Tucumán y en Argentina aún no hay plantas enfermas el equipo viajó a Brasil, donde la enfermedad está presente, y allí se pueden realizar ensayos controlados donde ser puede saber en qué momento se enfermó la planta. De esta manera podremos determinar fehacientemente en qué tiempo podemos detectarla. Así surgió, con un desarrollo que se empezó a probar, empezó a funcionar y lo vamos perfeccionando”.

Con ayuda del Gobierno de la provincia, de la Fundación Argentina de Nanotecnología y el aporte de los mismos emprendedores, lograron viajar un par de veces a Brasil para validar el sensor.

El grupo se presentó al concurso Eureka y obtuvo el primer premio, el cual consiste en 150 mil pesos más capacitación en negocios, lo que servirá para continuar con la investigación y crear una empresa para comercializar el desarrollo. Ya se está planificado viajar nuevamente al interior de San Pablo, Brasil, a trabajar en el laboratorio de referencia de cítricos. Tanto Brasil como Estados Unidos son países muy afectados por la enfermedad, que se originó en Asia y se propagó por gran parte el mundo. En Argentina y específicamente en Tucumán, la enfermedad aún no está presente, y con el sensor más los controles adecuados, se podría evitar.

Felicitaciones al grupo de trabajo de Bioingeniería.

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