Vidas dedicadas a la ciencia

En el salón principal del CONICET NOA Sur se celebró el viernes 13 de diciembre un acto de reconocimiento al personal de la institución que alcanzó su etapa de jubilación, en una actividad que llevó por título: Vidas dedicadas a la ciencia. Luego de conceder años de esfuerzo en pos del desarrollo del sistema científico-tecnológico regional, 16 agentes abocados a la investigación, al manejo de equipamiento y el análisis de muestras, y a la ejecución de tareas administrativas recibieron una emotiva conmemoración de parte de autoridades y colegas.

Participaron de este encuentro el director del organismo, Augusto Bellomio, y la vicedirectora, Marta Arias. Estuvieron presentes, además, referentes de las distintas Unidades Ejecutoras del CONICET NOA Sur y familiares de los agasajados. Al inicio, Arias remarcó la importancia de estos espacios, porque permiten reconocer la trayectoria de aquellos que se despiden y comienzan un nuevo desafío; un nuevo camino para reinventarse, recrearse y trascender en otros aspectos. “Quiero agradecerles lo que brindaron a toda esa gente a la cual ayudaron a crecer. Traten de sentir esto como un legado valioso, en el sentido de que lo dejan es un semillero para el futuro”, apuntó la vicedirectora, destacando el rol que desempeñaron a lo largo de sus carreras como formadores de una nueva generación de profesionales.

Seguidamente, la ex directora del Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES, CONICET-UNT) e investigadora recientemente jubilada, Alejandra Korstanje, expresó –con orgullo- que tiene “muy bien puesta la camiseta del CONICET” y reconoció lo valioso de disponer de un sistema científico nacional con trabajadores del más alto nivel. Para sostenerlo, explicó, se debe contar con un presupuesto que sea acorde para subsidiar proyectos de investigación, mejorar la infraestructura, comprar nuevo equipamiento y sobre todo mantener los puestos de trabajo. Además, en los “tiempos que corren”, recomendó apelar a la solidaridad y la cooperación: “Sin estas condiciones los humanos no seríamos lo que hoy somos”, afirmó.

Por otro lado, dijo que la militancia de las ideas de los jóvenes y el respeto hacia los mayores, por ejemplo, son valores que se están rompiendo y se van perdiendo, según su interpretación. Lo que la investigadora observa es que los jóvenes de antes –década del 60 o 70- peleaban con determinación y convicción por construir un mundo mejor posible, utópico. Pero que hoy el futuro que imaginan es distópico; más duro y difícil. Lo mismo respecto a la concepción que se tiene de los adultos, que siempre fueron los respetados por sus palabras, consejos y conocimientos. Y en la actualidad sucede lo contrario. No obstante, su conclusión es positiva y considera que tanto estos como otros escenarios son capaces de revertirse.

Antes de finalizar, las autoridades convocaron a los homenajeados para entregarles un diploma de honor y un obsequio como muestra de agradecimiento tras su paso por el organismo.