Investigadores encuentran Frutilla Blanca en Raco

Su fruto es apenas más grande que una moneda de diez centavos y posee numerosas semillas. Es la primera vez que se reporta en Sudamérica.

Un equipo tucumano de investigadores encontró en una zona boscosa de Raco y, por primera vez en Sudamérica, una frutilla silvestre blanca. Su fruto es apenas más grande que una moneda de diez centavos y posee numerosas semillas, similares a pequeños puntos de color crema. Si bien no es tóxica, igualmente es poco consumida porque resulta insípida, debido a su baja acumulación de azúcares.

La importancia de la especie local radica en que presenta un abanico de genes que pueden utilizarse para mejorar agronómica o comercialmente las variedades cultivadas. Algunas de las características que pueden transferirse son el color de sus frutos y la resistencia a enfermedades o a determinadas condiciones ambientales, según se informó en el sitio de la Secretaría de Ciencia, Arte e Innovación tecnológica de la UNT.

Los investigadores publicaron su trabajo recientemente en el American Journals of Botany donde analizan morfológica y molecularmente en forma comparativa las frutillas de fruto rojo y las de fruto blanco. Estudiaron los genes implicados en los procesos de síntesis de los antocianos, que son los pigmentos responsables de dar la coloración a la fruta. La investigación describe que los frutos rojos tienen la ruta de la biosíntesis completa, en tanto que, en los frutos blancos el proceso se encuentra interrumpido en la última etapa.


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El equipo de investigadores.

El doctor en Ciencias Biológicas Mario Debes es el primer autor del paper, que fue parte de su tesis y estuvo dirigido por la doctora Marta Arias. Los otros integrantes del trabajo fueron Carlos Grellet- Bournonville, Arturo Wulff, Martín Martínez Zamora, Atilio Castagnaro y Juan C. Díaz Ricci. El grupo se completa con Catalina Luque, Griselda Podazza y Delfina Ávila. Los investigadores pertenecen a distintas instituciones: la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (Insibio) que depende de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet),y la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres).

Arias describió que el material genético silvestre es muy valioso porque cumple un rol fundamental en el ecosistema en donde se desarrolla. “Por ejemplo, las frutillas blancas sirven de alimento a ciertos pájaros no por sus componentes nutritivos en sí mismos, sino por la cantidad de agua que poseen”, precisó.

Los investigadores describieron y clasificaron esta especie de frutilla blanca y publicaron los resultados en el boletín de la Sociedad Argentina de Botánica. El trabajo incluyó una minuciosa revisión de materiales de herbarios nacionales e internacionales y discusiones con expertos de Japón.

La investigación contó con el financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a través de los proyectos (PICT) y de la Universidad Nacional de Tucumán a través de los proyectos (PIUNT). También recibió el aporte del Conicet y de la UNT por medio de becas de investigación.

Fuente: LA GACETA

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